Editorial "Un teléfono para La Caya". Periódico HOY, 10 de enero de 1994.
Durante más de diez años este diario apoyó la reiterada solicitud de la comunidad de La Caya-allá en la provincia Valverde- en procura de que se le dotara del servicio de energía eléctrica.
La Caya es un progresista pueblo que pedía insistentemente su luz eléctrica para seguir impulsando su progreso.
Por fortuna el año pasado sus moradores fueron complacidos por la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE).
Ahora ese pueblo vuelve a la carga para solicitar, por lo pronto, un teléfono público, en la espera de tener ese servicio en sus residencias, negocios e industrias.
Esa comunidad disponía hace algún tiempo, de un teléfono de los operados por la dirección General de Telecomunicaciones.
Pero según tenemos entendido, fue desmantelado por esa dependencia, quedando solo la cabina como un recuerdo de un servicio indispensable para sus habitantes, que ahora deben trasladarse, hasta Laguna Salada, para lograr una comunicación telefónica.
Desearíamos pedirle a la Dirección General de Telecomunicaciones que le devuelva su servicio telefónico a La Caya, y pedirle también a la Compañía Dominicana de Teléfonos (CODETEL) que instale otro allí para que -en vez de un teléfono, como se titula este editorial-esa comunidad tenga dos.
Creemos que no es pedir mucho.
La Caya es un progresista pueblo que pedía insistentemente su luz eléctrica para seguir impulsando su progreso.
Por fortuna el año pasado sus moradores fueron complacidos por la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE).
Ahora ese pueblo vuelve a la carga para solicitar, por lo pronto, un teléfono público, en la espera de tener ese servicio en sus residencias, negocios e industrias.
Esa comunidad disponía hace algún tiempo, de un teléfono de los operados por la dirección General de Telecomunicaciones.
Pero según tenemos entendido, fue desmantelado por esa dependencia, quedando solo la cabina como un recuerdo de un servicio indispensable para sus habitantes, que ahora deben trasladarse, hasta Laguna Salada, para lograr una comunicación telefónica.
Desearíamos pedirle a la Dirección General de Telecomunicaciones que le devuelva su servicio telefónico a La Caya, y pedirle también a la Compañía Dominicana de Teléfonos (CODETEL) que instale otro allí para que -en vez de un teléfono, como se titula este editorial-esa comunidad tenga dos.
Creemos que no es pedir mucho.
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